Llevamos tiempo viendo a la élite de la escalada perseguir vías de dificultad a vista. Son pocos los novenos encadenados a vista y es esto lo que buscaba Adam Ondra en Pilas Alcalinas, el popular sector de dificultad de Montanejos.
«El Gran Bellanco» (8c+/9a) a vista. Adam Ondra en Pilas Alcalinas
El sector Pilas Alcalinas se popularizó allá en los 80 con el equipamiento de algunas de las vías más duras y fanáticas de escalada de Montanejos, esa localidad que se convirtió en uno de los puntos de interés para escaladores de toda la Península.
Vías como «Naturalmente» (7b+), «Buscando spónsor desesperadamente» (7c+) o la que daría nombre al sector, la vía «Pilas alcalinas» (7b+) comenzaron a dar movimiento a este sector allá por el 86. Cuando «la pilas» tenía prácticamente la mitad de longitud que ahora.
El sector fue cogiendo fama y los años siguientes se siguieron vías cada vez más duras. Fue en el 97 cuando Cristina González y Joaquín Lechuga equiparon «El Gran Bellanco» (9a) (grado asignado propuesto por los primeros ascensionistas, que se ha asentado en 8c+/9a con las últimas 4 ascensiones). 25 metros de desplome que han traído a los escaladores/as más fuertes de todas partes del mundo durante años a visitar este sector. Una vía que sigue siendo deseo de much@s, que poco a poco van progresando por las vías del pilas de derecha a izquierda, soñando algún día enfrentarse al Bellanco.
La vía fue reequipada en el 2002 por Nuria Martí y Pedro Pons, quienes un año después vieron una línea todavía más exigente, dando así vida a la vía «El Maquinista» (proyecto sin encadenar, propuesta de 9a+… ¿hasta ahora? Sigue leyendo.)
Adam Ondra en Montanejos
Hacía ya un tiempo que Hippie Actitud estaba diciendo lo de invitar a Adam a Montanejos. Alguna colaboración en conjunto casi hace su visita realidad hace unos años, pero por diversos motivos ese viaje nunca pudo hacerse realidad, hasta ahora.
Hippie lleva tiempo viendo el potencial en las vías de dificultad de Montanejos y estaba convencido de que Adam podía encontrar aquí el escenario ideal para algunos de sus proyectos.
Crónica del encadene
Llegan a mediodía, directos del aeropuerto. A Adam y su equipo no les cabe nada más en la furgoneta. Tras unas presentaciones mucho más cercanas de lo esperado, nos damos cuenta de la ilusión con la que viaja este grupo, especialmente Adam, que ya está con la cabeza centrada en ponerse a escalar.
De camino al Pilas, les hablamos de Montanejos y de la cantidad de sectores de deportiva y vías de tapia que pueden encontrar aquí. Ondra encabeza la fila de los pocos que somos y como si lo oliera, coge el desvío al Barranco de la Maimona y va directo hacia el Pilas. Es su primera vez en Montanejos, pero va enfilado al 9a.
Empieza la escalada
Llegamos al sector y ya es un poco tarde, hay que ponerse las pilas (nunca mejor dicho). Explicamos las diferentes líneas con sus respectivos grados y Adam ya está con el arnés puesto.
Calienta en la vía «Pilas Alcalinas» (7b+), la hace fácil, demasiado fácil para cualquiera que conozca la vía (¿Qué esperabas?). Victor Matoxo le recomienda salir con la primera puesta (que es lo habitual debido a la altura de la misma), y Adam no se ríe porque es bastante respetuoso. «No, es buena roca no se va a romper» dice. Llega a la «R» y se gira, «¿Qué, va a escalarla alguien?». Hippie y Migue Sancho (te sonará de Rock and Joy) se miran, «Déjala que ya vamos nosotros».
Apenas descansa, hablando con los pocos escaladores locales que le han acompañado, mirando de reojo al Gran Bellanco. Se viene arriba otra vez, segunda vía de calentamiento: «Manolete paque te metes» 8a+. Y más de lo mismo, se la pasea ante el asombro de todos los que estamos allí. No es que esperáramos otra cosa. Es que asombra de verdad ver tanta fluidez en una vía así. La expectación crece más y más.
Mientas Adam descansa, los demás se ponen a escalar, parece que la motivación está en el aire.
«El Gran Bellanco» (8c+/9a) a vista
Tras un breve descanso, Adam se quita el plumas. Casi a la vez bajan todos los escaladores de las vías en las que estaban metidos. ¡Que viene!
Con Hippie como asegurador, se sitúan debajo de «El Gran Bellanco». El silencio es sepulcral.
Se chocan la mano y Adam empieza a escalar. En el Pilas solo se escucha su respiración. Antes de la primera chapa se le va un pie, casi nos explota la cabeza a todos (¡Que se cae!), pero ni por asomo.
Empieza a escalarla con una fluidez nunca vista en esa vía. Es rápido y sus movimientos son bastante precisos. Encuentra un reposo de rodilla inédito hasta ahora, algo bastante sorprendente. Y de ahí reposa boca abajo. «No estaba seguro de que fuera una buena rodilla, pero parece que entraba la mitad de la rodilla y pude confiar el reposo» nos cuenta después.
Baja pulsaciones y vuelve a la carga, llega al crux de la vía y sus respiraciones se convierten es esos gritos tan característicos suyos. La tensión en el sector es brutal, que se lo digan a Hippie que está asegurando casi más concentrado que el propio Ondra.
Sigue gritando y nadie se atreve a hablar ni parar animarle. Llega al agujero final, chapa la cadena. Y la celebración es brutal. Gritos de todos, sobre todo de Adam, que se ha llevado «El Gran Bellanco» a vista.
Imagen de Adam Ondra
Baja y nos abraza a todos, como si el mérito fuese compartido. La alegría sí que lo es. «Qué vía más buena, buenos cantos, buen reposo. El final no era exactamente como yo había intuido desde abajo, pero lo he sabido resolverlo con facilidad. Era la segunda opción que tenía yo en la cabeza.» dice. Confirma el 8c+/9a. Comparte con todos sus impresiones y al poco, por si no fuera suficiente, le da otro pegue (para las fotos).
Imagen de Adam Ondra
¿Hay algo más duro?
La cosa no acaba aquí, Adam Ondra es incombustible. Le planta cara a «El maquinista» (9a+?). Un proyecto nunca encadenado. Esta vez no va a por todas, pero se mete. Nosotros flipamos.
Termina diciendo que probablemente sea, como poco un 9b+. Que la cantidad de pasos físicos sin descanso alguno merece que el grado sea bastante más alto que el propuesto.
Nos quedamos con ganas de que vuelva y verlo proyectar este coloso. Es enorgullecedor poder contar con un proyecto que se encuentre en el top de vías más duras del mundo cuando se encadene.
Se hace oscuro y estamos ya recogiendo cuando Adam suelta «Alguien me pilla?». Es increíble, cuando ya es prácticamente de noche se mete en «El Efecto Mariposa» 8b. En un primer intento se cae a causa de la ausencia casi total de luz. Es ya al segundo pegue cuando, obviamente, pues también la encadena. Parece que ahora sí, termina la jornada.
Volvemos entre comentarios y risas a las furgos. La verdad es que la simpatía y el trato cercano caracteriza a Adam y su equipo. Tienen que irse deprisa. ¡Qué bueno sería que volvieran pronto!
¡Gracias Adam y equipo por este día tan especial! También a todos los que lo habéis hecho posible.
Redacción: Carlos Pineda para destinoclimbing.com
Increible
Gracias por esta crónica tan esperada por toda la comunidad escaladora. Se me ha puesto la piel de gallina imaginando las sensaciones que habéis tenido quienes habéis podido admirar en directo la manera de escalar de Ondra. Gracias a quienes habéis hecho posible esta visita, que hace de Montanejos un lugar más especial, si cabe.